Corvo que se encontraba en un estado pobre, tras haber recibido bastante maltrato.
Se emparejaron los filos, se pulio la hoja a espejo eliminando rayas profundas de un intento de restauración anterior con esmeril, se quitaron los golpes a la empuñadura de madera, se lijó y protegió con ceras, la vaina se hidrató y volvió a coser a mano y finalmente se hizo un cordón artesanal para la muñeca en cuero.
Fue restaurado por Juan Manuel Malvicino, de Buenos Aires.